Ahora hay casi un año de vacío, y no es que no haya aprendido nada ni me hayan ocurrido cosas. De hecho, no puedo esperar a la siguiente reunión anual con todos mis "yos" para decirle al anterior "lo que te espera".
Así que volviendo con el tono habitual por aquí os voy a hablar de los peligros que trae apagar el despertador por la mañana y seguir durmiendo. Yo mismo lo hago, y seguro que muchos de vosotros también, pero es un error muy grande.
La prueba es que suena el despertador y, enfadado, lo apagas. Intentas disfrutar de nuevo de tu sueño pero al poco rato vuelve a sonar. Y encima estás igual de cansado, o incluso más. Así que, ¿realmente merece la pena hacer eso?
La explicación científica de esto viene a partir del ciclo de sueño que tenemos, en el cual el cuerpo se prepara para despertar una hora antes de lo que el cuerpo considera la hora natural de despertarse. Si no hemos llegado ahí por falta de sueño el cuerpo no está listo, rompemos el ciclo a mitad y nos levantamos cansados.
Hasta ahí normal y comprensible. ¿Por qué es un error volver a dormir? Simplemente porque el cuerpo vuelve a empezar el ciclo de sueño y, como te despiertas muchísimo antes de que llegue cerca del final, ¡resulta que despiertas aún más cansado que antes! Y ahí empieza el ciclo vicioso en el que vuelves a apagar el despertador, vuelves a dormir y pasas una hora entera en la cama que podías haber pasado durmiendo de golpe en realidad, a lo mejor completando tu ciclo de sueño.
De modo que la próxima vez que pongas tu alarma piensa en esto y cuando la escuches levántate al instante y comprueba si te sientes con más energía que de la forma habitual.
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