Hipo

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En 2006, el doctor Francis Fesmire recibió el premio Ig Nobel en Medicina. Cuando recibió la noticia se alegró muchísimo. Por fin le habían reconocido sus 18 años de investigación en cardiopatía y reservó billetes de avión para Estocolmo inmediatamente. Después se dio cuenta de que no había ganado el Nobel, sino el Ig Nobel.

El galardón se debía a un informe médico que publicó en 1988 titulado "Terminación de hipo intratable con masaje rectal digital".


Mientras trataban a un hombre de 60 años con pancreatitis aguda le insertaron un tubo nasogástrico que le provocó un ataque de hipo. Retirar el tubo no lo eliminó, como tampoco lo consiguieron medicamentos, drogas y maniobras que intentaron sin éxito.

Sin embargo, el masaje rectal digital consiguió parar el hipo instantáneamente. Horas más tarde al paciente le dio otro ataque de hipo y probaron esa técnica desde el principio, funcionando de nuevo. El objetivo del informe es sugerir el tratamiento rectal como primera alternativa para ahorrar tratamientos farmacológicos innecesarios.

Desde entonces el doctor Fesmire fue un invitado recurrente a la ceremonia anual de los Ig Nobel, donde solía acudir con un guante como en la imagen anterior y daba una pequeña charla. Alguna vez aparecía incluso con un guante de gomaespuma gigante típico con la inscripción "¿Tienes hipo?"

Esta semana hace un año que falleció. Como homenaje, en la última gala de entrega de los premios Ig Nobel, Marc Abrahams pidió a todo el mundo que levantara su dedo índice hacia el techo en su memoria. Como siempre que nos movemos por el ámbito de la investigación improbable, la utilidad queda al juicio de cada uno, que es lo que la hace tan especial.


Agloe

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Pensad en el trabajo que requiere hacer un mapa. Quizás hoy en día no sea tanta faena teniendo satélites y otras herramientas que facilitan mucho la tarea, pero antes... Imaginad recorrer toda una zona para apuntar donde están las montañas, los ríos, las ciudades, etc...

Un trabajo bastante agotador sin duda y, sin embargo, ¿cómo lo puedes proteger de copias? Al fin y al cabo, una segunda persona que se esfuerce en dibujar el mapa debería obtener el mismo resultado, las cosas son como son y un mapa del mismo sitio no puede ser distinto si está bien hecho. ¿Quién sabe si se hizo el mismo esfuerzo o simplemente se copió? Es imposible de probar.

En 1937, una empresa de cartografía publicó un mapa del estado de Nueva York. Para protegerlo de copias utilizaron un recurso común en este tipo de situaciones que es inventarse una ciudad. Así, donde simplemente se juntaban dos caminos de tierra, nació Agloe.


El nombre era una combinación de las iniciales del fundador de la empresa y un asistente. El objetivo de estas trampas es que si alguien copia el trabajo realizado copia también lo inventado, con lo que se puede demostrar el fraude.

Años más tarde, en la decada de los 50, otra importante empresa de cartografía publicó su propia versión del mapa del estado de Nueva York y adivinad qué pasó. En ese mismo lugar, en el cruce de dos caminos de tierra, con el mismo nombre, figuraba el pueblo de Agloe. Enseguida saltaron los de la primera empresa. "Os hemos pillado", decían. "Imposible", respondieron los otros. Y, curiosamente, tenían razón.

Cerca del cruce de caminos había una tiendecita. Los dueños vieron uno de los mapas de la primera empresa en una gasolinera y vieron que el lugar donde tenían la tienda se llamaba Agloe, así que decidieron llamar con ese nombre a la tienda. ¿Por qué desconfiar de lo que decía el mapa?

Cuando más tarde llegó el equipo de la segunda empresa cartográfica se encontraron con la "Agloe General Store" en el cruce entre los dos caminos de tierra al norte de Rockland. Si la tienda tenía ese nombre sería porque existía tal lugar y marcaron de forma legítima Agloe en el mapa.

Desde entonces Agloe permaneció en muchos mapas durante muchos años. La tienda cerró hace tiempo y hoy sólo queda la anécdota de que una vez la ficción estuvo cerca de hacerse realidad.