Azúcar

0

Category :

El amor es la tempestad que precede al odio
-Sergio M. Espinosa

Quedaría bien en un sobrecillo de azúcar. Normalmente cuando se me ocurre una idea o una frase reflexiva intento construir una historia a su alrededor para darle un contexto en el que aplicarla, pero esta es distinta. Es capaz de existir ella misma. Envolverla en una historia o un contexto sería quitarle fuerza.

Se puede estar más o menos de acuerdo con la frase, naturalmente. Incluso yo no sabría decir del uno al diez cuánto de acuerdo estoy, pero hay cosas que me gustan mucho de la frase.

La primera es el hecho de definir el amor como una tempestad. La gente puede asociar más una tempestad al odio, pero son en realidad las acciones derivadas del odio las que se pueden comparar a una tempestad. El odio, en cambio, es callado, silencioso y doloroso. El amor es un huracán de emociones en su máximo esplendor. La pasión cegadora que te lleva a hacer cosas irracionales, los obstáculos que no existen a la hora de hacer cosas por amor... no se me ocurre una fuerza mayor.

(Al pensar en la frase estuve un rato decidiendo si decir tempestad o tormenta. Al final tempestad me parecía más agresivo y por eso lo elegí así.)

Lo segundo es la idea de que el odio es lo que queda cuando desaparece el amor. Igual que tras una tormenta, todo queda destrozado por la fuerza del amor en la calma tras la tempestad. No puede existir el odio si no ha existido antes el amor. Con esto en mente, los peores villanos no dejan de ser personas que alguna vez quisieron mucho algo.

Cabe notar que opino que la intención de un autor no hay que tomarla nunca tan en serio. Al escribir establecemos comunicación con el lector y, aunque parezca que es una conversación dirigida en una sola dirección, el lector también tiene voz para opinar y contestar a lo que lee. ¡Hay que darse ese protagonismo! Y si veo un mensaje y otra persona lo interpreta de otra manera ganamos todos. Eso no hace más que enriquecer el texto y la propia experiencia de la lectura.


Túnel

0

Category :

Disfruto mucho conduciendo, y más de noche. Las calles están vacías y el cerebro no satura la atención que tiene que prestar. Entonces es capaz de hacer otras cosas.

Volver una noche a saber a qué hora escuchando justo en ese momento Hush de Deep Purple y pasando por debajo de un túnel... fue imposible rememorar con mi acompañante este momento de película:


Sacar el brazo por la ventanilla bajada, olvidarte por un instante de la velocidad que llevas, sentir el aire golpeándote en la cara tan fuerte que no puedes respirar, pero no te importa. Estás más vivo que nunca, no te va a pasar nada porque eres infinito.


BONUS: Probablemente lo que más me gusta que me digan sea "Tú camiseta mola mucho/es una pasada". Puntos extra si me lo dice alguien que acabo de conocer.
Eso y "Tío, en tu coche siempre hay buena música".