Hiper-velocidad

0

Category :

Y de repente lo sentí:
Me movía con la Tierra, a su misma velocidad, 106.000 km por hora.

Maldita sea, sí que iba rápido el asunto. Soy un fan de la velocidad, pero reconozco que esto era demasiado para mí.

Decido mirar hacia arriba y antes de articular completamente el cuello me entra un mareo. Cierro los ojos. "Joder, joder, joder", digo.

Los vuelvo a abrir mirando al frente y siento como si estuviera en un túnel con todo pasando a mi alrededor.

Trato de moverme, pero realmente no noto la diferencia entre estar parado y correr. Todo va demasiado rápido. Maldita sea, ¿cómo saldré de esta?

Entonces decido rendirme. ¿Para qué intentar lo contrario, si ni siquiera puedo ver lo que está pasando? Abro los brazos y acepto mi destino dejándome llevar donde sea a velocidades de vértigo.
Justo entonces volví.

Estaba parado de pie, con los brazos abiertos, y soplaba un poco el viento.


Caray, si los que pasan ahora mismo a mi alrededor supieran lo que acabo de ver...

0 comentarios:

Publicar un comentario