-Donnie Darko
Bueno, ¿por qué no?
A nadie le gusta estar triste, sería todo más positivo.
No hace mucho tomé una decisión que medité durante muchos meses.
Al final había considerado todas las posibilidades y era capaz de predecir qué iba a ocurrir eligiera lo que eligiera.
A pesar de todo, decidí decantarme por la opción incorrecta. No fue un error, cogí el camino malo a posta.
¿Alguna vez habéis hecho algo sabiendo que no es lo que tenéis que hacer, que todo va a acabar mal? Es desde luego una experiencia interesante, aunque no sé si recomendable.
El caso es que, efectivamente, todo acabó mal y aún hay veces que me cuestiono si realmente mereció la pena tomar el riesgo de no ir por el camino seguro.
Pero claro, ¿qué pasó con el espíritu de vivir al límite?
Supongo que no hay opciones correctas ni incorrectas, simplemente está lo que tú has elegido.
Juro que hice todo cuanto estaba en mis manos para evitar el catastrófico final al que estaba todo destinado. Pero el tiempo ya me ha enseñado demasiadas veces a no meterme con el destino.
También admito que nunca me veréis cuestionándome una acción pasada. Esto es simplemente un caso especial, un experimento si lo preferís.
De modo que no temáis a equivocaros nunca. Sea lo que sea es lo que habéis elegido, y eso es lo que cuenta, que hacéis lo que queréis.
1 comentarios:
¿Sale rentable el espíritu de vivir al límite con uno de los objetivos finales de las personas: el ser feliz? Porque una cosa es serlo, otra aparentarlo.
Publicar un comentario