"Historias" 02

0

Category :

[ALERTA SPOILERS]
Esta entrada pertenece a una serie de entradas que componen un relato que estoy escribiendo. Si tienes interés en leerlo todo desde el principio puedes ir a las etiquetas que hay en la parte derecha y clickar en "Relatos". Ahí tendrás todo en orden inverso, así que tendrás que empezar desde abajo del todo e ir subiendo. Si eres un masoca al que le gusta saber el final antes de empezar la historia o simplemente te divierte mirar letras puedes seguir leyendo bajo tu propia responsabilidad. Gracias.



Los detalles. Siempre los detalles. Forman parte de mi estilo, y probablemente mi éxito resida en que gusten esos detalles. Son clave para introducirse en la escena. Dan esa pequeña información aparentemente sin importancia que te hace pensar si el que lo cuenta realmente estuvo ahí para fijarse en ellos. Cuantos más detalles, más completo y real es el escenario.

Pero fijarse en los detalles no es fácil, requiere bastante práctica. Primero hay que empezar con cosas sencillas y no muy cargadas para después, avanzando progresivamente, llegar a cosas más complejas y, al alcanzar la maestría, entonces es cuando se está preparado para sacar conclusiones a partir de los detalles. Hagamos un ejemplo ahora mismo, yendo del nivel más básico al más avanzado.

El asiento que tengo enfrente de mi tiene un recubrimiento de color azul y en la parte inferior hay una rejilla con algunos folletos y revistas de medidas de seguridad y publicidad de la compañía de tren. No hay ningún apoyo para los pies debajo del asiento. Si me hubiera encontrado subido al tren sin ningún recuerdo de cómo llegué aquí tendría bastante información. Con todo esto podría deducir que no viajo en primera clase y si examinara bien la revista podría acabar suponiendo a dónde me dirijo, o al menos dejar un número reducido de posibles destinos.

Asomo la cabeza por el pasillo y... un momento... ¿esa chica me estaba mirando? En fin, asomo la cabeza y visualizo todo el pasillo. Empiezo a contar una a una las filas de asientos hasta llegar a la mía. Uno, dos, tres, cuatro,... ¡otra vez! juraría que me estaba mirando a mí. Me salen trece filas. Alzo la vista para ver el número del asiento impreso en el portaequipajes al otro lado del pasillo y corroboro mi cuenta. "13 A-B" indica la pegatina, así que de esto podría sacar dos cosas. Primero, todavía tengo la capacidad de contar de uno en uno y, segundo, las pegatinas del tren son de fiar. Estas conclusiones no son gran cosa, pero no se puede sacar mucho de lo trivial. Podría observar un rato el paisaje, pero no estoy al lado de la ventanilla y no vería muy bien.

Ahora que ha quedado claro el mecanismo y he calentado un poco podemos pasar a un nivel superior: las personas. Las personas ofrecen infinidad de detalles, pero hay que saber verlos. No a todo el mundo le hace gracia ser observado fijamente, así que hay que ser un poco sutil y actuar con disimulo. Por ejemplo, no podría sacar mucho del hombre que tengo a mi lado, distraído mirando por la ventanilla, porque se sobresaltaría si me descubriera examinándole y tampoco hemos entablado más confianza que la de un saludo al sentarnos juntos. Abrir una conversación a estas alturas del trayecto sería extraño. De todos modos, mi posición es más o menos privilegiada para observar a los demás, o por lo menos a los que están sentados en el lado del pasillo como yo. ¡Otra vez me estaba mirando esa chica! Creo que voy a tener que empezar con ella.

Como he comprobado que las pegatinas de los asientos son de fiar sé que está sentada en la fila nueve, en el mismo lado que yo. ¿Por qué razón estaría mirando tanto hacia atrás? En un ataque de ego personal he pensado que me estaba mirando a mí, pero no tiene sentido que lo haya hecho tantas veces. Tiene que haber otro motivo. Tal vez quiera ir al baño y esté esperando a que esté vacío. Hmm, está sentada al lado de un chico. Posiblemente sea su novio, los dos parecen más jóvenes que yo. Maldita sea, no consigo nada de detalle desde mi sitio. Unas caricias o unas palabras al oído entre ellos me darían la razón, pero no puedo saberlo.

Esto está resultando un tanto frustrante, voy a cambiar de objetivo. Al fondo veo asientos para cuatro personas. Uno de ellos está ocupado por un niño pequeño y enfrente de él hay una señora bastante mayor. Yo diría que es su abuela. Sin embargo, el niño está hablando con alguien que está sentado al otro lado del pasillo. Seguramente sean sus padres, por lo que se tratará de una especie de vacaciones en familia.

¡Oh, esto sí que es curioso! Un poco más cerca, sobre la fila cinco, hay un hombre trajeado y lleva un maletín en sus manos. Podía haberlo dejado en el portaequipajes que tiene encima pero eso le debió parecer demasiado arriesgado. Lo más seguro es que dentro del maletín haya algo frágil, como un portátil o algo electrónico que haya que tratar con cuidado. Lo que está claro es que para él tiene suficiente valor como para no soltarlo de las manos durante el viaje.

Sí, ha sido un fracaso de experimento. ¿Pero qué podía esperar? No se puede descubrir al ladrón de las joyas si nadie ha robado joyas. Además, mi posición me limitaba bastante para ver las cosas. Tendré que practicar un poco más estos días. De momento he visto bastante de esta escena. Voy a cerrar los ojos hasta que el tren llegue a su destino.

0 comentarios:

Publicar un comentario