Y os diréis: "Pues vale, muy bien. Tampoco tienen pelo los juguetes de Toy Story ni los coches de Cars." Atiende.
Detrás de esta observación insignificante hay una malvada verdad. En Pixar pretendían hacer más monstruos peludos, pero se ve que los pelos añadían una cantidad brutal de información en cada fotograma y les costaba la vida renderizar cada escena, así que los pelaron a todos.
Incluso en la misma película, en cuanto hace aparición un monstruo con pelo, justo trae un calcetín en la espalda y se ven obligados a afeitarlo para que no contamine a los demás monstruos.
Bien jugado, Pixar. Bien jugado.