Dejé el plato sobre la mesa y me senté en la silla. Iba a empezar de un momento a otro.
Pero, ¿qué esperaba la gente de mí? Simplemente me iba a comer un plato de pasta con unas cuantas verduras. ¿Se puede sacar espectáculo de eso? ¿Hay algún modo apasionante de hacerlo, que mueva a la gente a contemplarlo?
No creo. De hecho, es tan poco emocionante que dudo que estuvieran prestando atención de lo que ocurría en el centro del estadio. Desde mi posición era difícil de ver, así que deduje que desde la suya también costaría ver lo que hacía yo.
De modo que empecé a comer. No sé si me miraban a mí o se entretenían con otra cosa. El caso es que actué como si no pasara nada. Sólo estaba comiendo. Lo había hecho miles de veces antes y la gente que estaba ahí también. No tenía por qué salir nada mal.
Si quieren mirar, pues que miren.