No lo que ya he hecho, sino lo que está por hacerse, y pienso: "Sí... sería tan fácil."
Pero entonces pienso en lo fácil que resultaría y me desmotivo. Realmente no merece la pena conseguir la vida que quieras sin habértela ganado.
Siempre me motivan los retos difíciles. Cuando consigues algo que cuesta más te sientes más satisfecho.
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